Sevilla parece un tablao de flamenco que nunca para. Es difícil no dejarse llevar por el encanto de esta ciudad. En los bares y callejones del centro suenan guitarras, el ritmo del flamenco y de las sevillanas está presente en todas partes. La capital de Andalucía está situada junto al río Guadalquivir, cuyas orillas están bordeadas por palmeras y fachadas blancas. Los patios, que asemejan oasis, de las casas del casco antiguo y las placitas acogedoras en los que la gente pasa las cálidas noches de verano, le confieren a la ciudad un ambiente de sur, calidez y liviandad de la vida que es único incluso en España. La catedral de estilo gótico con su torre árabe -la Giralda-, el animado barrio de Santa Cruz -la antigua judería- y el Alcázar de Pedro el Cruel son sólo algunos de los puntos de interés más destacados. Por la noche recomendamos visitar algunas de la bodegas de los barrios de Triana, el Arenal o la Macarena, donde se sirven vinos finos directamente del barril. En Jerez de la Frontera, entre Sevilla y el Atlántico, tienen su sede las bodegas de Vino de Jerez más importantes del país. Se organizan visitas guiadas y catas. Además se pueden admirar los impresionantes espectáculos ecuestres de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. – Ir a vivir